lunes, 26 de marzo de 2007

Estamos vagos

Teniamos que hacer muchas cosas hoy pero no estamos haciendo nada de nada. Hace demasiado calor (yo creo que unos 38-40 grados) y Jeannie esta todavia un poco pachucha. No voy a entrar en detalles pero digamos que no queremos estar demasiado lejos de un lavabo por el momento.

No creo que vayamos a pasarnos por la oficina de inmigracion hoy. Asi que pasaremos un dia mas en Vientiane comiendo (la comida es fantastica por aqui) y perreando. Nos quedan 4 dias de visado y todavia queremos intentar ver cosas en Laos y llegar a conocer las playas del sur de Tailandia. A ver como podemos convinarlo todo. Lo malo es que se nos acaba el tiempo y el dinero. Pero ya lo apanyaremos.

Como os decia ayer la ciudad es tranquila. Mas bien parece un pueblo grande. Tiene todas las cosas que esperas de una capital pero en chiquitito. El estadio nacional es mas pequenyo que el campo de futbol de Sant Feliu. Los edificios ministeriales son tan imponentes como lo pueda ser un ambulatorio en Barcelona. Las calles son anchas y tranquilas. La sensacion general es la de estar en el caribe (y eso que nunca he estado en el caribe) mas que en asia por la forma que en la ciudad esta planificada y lo despacito que pasa todo.

Creo que si aterrizarais aqui de repente os aburririais a las cuatro horas pero despues de todo el trote que nos hemos metido ultimamente a nosotros nos esta sentando bien estar aqui.

Vuelvo a Vietnam...

Llegamos a Hanoi en un dia lluvioso y gris. El bus nos dejo (como de costumbre) lejos del centro a pesar de lo que nos habian dicho en Hue. Junto con Simon cogimos un taxi. Como unos tontos no negociamos el precio y nos metieron un buen palo. Llegamos a la catedral de Notre Dame y despues de dar vueltas durante una hora y pico bajo la lluvia con las bolsas a cuestas encontramos alojamiento por 10 dolares la noche. La habitacion no estaba mal pero habia tanta humedad que hasta las paredes y la puerta estaban cubiertas de agua por la condensacion.

El hotel estaba junto a un lago muy bonito con dos pequenyas islas. En una habia una pequenya torre. En la otra un bonito templo de estilo chino al cual llegabas pasando por un puente de madera muy bonito (puse una foto en su momento). Al norte del lago el barrio viejo. Al sur el barrio frances.

El barrio frances no es tan frances como suena, pero hay edificios interesantes como la Opera (una copia mas o menos exacta de la Opera de Paris) y el edificio donde vivia el Governador en los tiempos coloniales. Hay un monton de librerias, alguna tienda un poco pija y las calles son anchas y con espacio para caminar.

El barrio viejo es un lugar asqueroso y fantastico a partes iguales. Un autentico laberinto interminable de calles y callejones estrechos que se cruzan y se vuelven a cruzar. Cada puerta, literalmente cada puerta es un negocio rebosante de productos, todo lo que podais imaginar. Lo interesante es que cada calle esta dedicada a algo. Esta la calle de los zapatos donde solo hay zapaterias. La calle de las lapidas donde todas las paredes estan cubiertas de lapidas con los ultimos encargos. La calle de los articulos religiosos... hasta encontramos la calle de los ataudes... todos alli puestos a pie de calle y con los encargados de la tienda esperando recibir clientes junto a la puerta (que absurdo).

Las aceras estan literalmente llenas de motos aparcadas y productos apilados. Asi que hay que compartir asfalto con las miles de motos que no se detienen ante nada ni nadie. Da miedo la verdad.

Todo el mundo te para. Todo el mundo te ofrece algo. Cada minuto. Cada segundo. A veces te agarran del brazo. A veces te gritan desde la otra punta de la calle. Hay que tener nervios de acero para aguantar. Hay basura por todas partes, especialmente cuando se acerca la noche o estas cerca de un mercado. Es un caos total... es insufrible... y al mismo tiempo un lugar fantastico. Como escribi una vez "pestanyea y te estaras perdiendo algo". Todo, absolutamente todo lo que te rodea es increiblemente interesante y diferente. No puedes evitar andar todo el tiempo con la boca abierta intentando no perder detalle de todo lo que pasa a tu alrededor a velocidad supersonica. Es alucinante... es como estar metidos en una pelicula.

Sigues caminando hacia el norte y te topas con bares Bia Hoi donde cientos de hombres estan sentados en diminutas sillas de plastico alrededor de diminutas mesas llenas de jarras de cerveza. La cerveza es fresca y creo que se tiene que beber el mismo dia que es fabricada. La jarra cuesta algo asi como 10-20 centimos de euro y casi no tiene gas ni alcohol. Pero es toda una experiencia sentarse en uno de esos bares.

Mas al norte te encuentras con las vias del tren que pasan justo entre los edificios de viviendas. No se como la gente puede vivir alli. Es poner un pie en la calle cuando sales de casa y ya estas pisando los railes... una locura.

Un poquito mas alla una ciudad fortificada que tiene basicamente uso militar (por lo que no se puede visitar) y al oeste la zona de aspecto mas comunista con edificios cuadradotes y feos. En esta zona esta el mausoleo de Ho Chi Minh. Una manana nos fuimos para alla y nos encontramos una cola de gente de mas de un kilometro para entrar. Esperamos una hora bajo la lluvia escoltados todo el tiempo por soldados que te decian lo que tenias que hacer a cada momento pero finalmente llegamos. Fue interesante ver al pobre hombre metido en un ataud de cristal iluminado y rodeado de soldados con fusiles y ballonetas. La camara era de marmol negro y bastante oscura. No estaba permitido hablar ni hacer fotos ni parar de caminar ni nada de nada. La verdad es que toda la parafernalia y el silencio impresiona y casi asusta. Pero me gusto.

Otro dia caminando caminando llegamos a un mercado que hay cerca un museo y antigua prision de la ciudad. Admito que fuimos movidos por el morbo ya que alguien nos dijo que habia puestos donde podias comprar carne de perro. La verdad es que fuimos muy convencidos pero se nos cayo el alma al suelo cuando vimos a un perro precioso que acababan de matar metido en una cesta y el suelo lleno de sangre y suciedad. Encima podias ver perros asados de diferentes tamanyos y... mejor no entrar en detalles. La verdad es que nos afecto bastante el espectaculo.

Un poco cansados de ver tantas cosas raras esa noche caminamos un par de kilometros hasta un centro comercial donde descansamos de tanto fideo y arroz y comimos una pizza. Mas tarde fuimos al cine y vimos una peli. Asi es asia, estas chapoteando en sangre de perro y media hora despues estas zampando una pizza en un inmenso centro comercial lleno de tiendas de lujo y cines.

Hago una pausa y continuo en otro momento...

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