domingo, 4 de marzo de 2007

Azul, rojo y amarillo

No os he contado nada de donde estoy. Ya os dije que corria el riesgo de que me odiarais un poquito pero alla voy...

Salimos bien prontito de Saigon. Lo poquito bueno que dejaron por aqui son los croissants (nunca he sabido escribir esta palabra) y eso desayunamos en el autobus. Saliendo de la ciudad (lo que nos costo mas de una hora) nos dimos cuenta de cuanto habiamos dejado de ver y pasear.

El viaje fue un asquillo porque el tema del Mp3 parece que todavia no ha llegado a estas tierras. Pero lo moviles si, y la chica que se sentaba delante nuestro se paso las cuatro horas escuchando las cuatro melodias mas horrorosas del mundo con un volumen inexplicablente alto. Creo que Dios invento los politonos para castigarnos por algo, pero no se muy bien que.

Ver el mar por primera vez en Vietnam nos puso de muy buen humor. Nos vimos rodeados de palmeras altisimas y muy delgadas pasando a toda velocidad junto a nosotros (los conductores de autobus no conocen la palabra peligro). Pasamos junto a algunos hotelitos junto a la playa que tenian muy buena pinta, pero Mui Ne tiene mas de 14 km de playa y no teniamos referencia alguna para saber donde parary encontrar el alojamiento mas barato.

Llegamos hasta la ultima parada para darnos cuenta de que en donde estabamos practicamente no habia mas que palmeras, cocos y tres o cuatro mega lujosos resorts que se nos escapaban del presupuesto.

Ademas tuvimos la companyia del unos 7 motoristas que nos siguieron alla donde fuimos. Aqui en lugar de taxis hay vespinos. Te agarras a la cintura del conductor y a rezar por tu vida. Lo que no se es como pretendian llevarnos en esas motitos con todo el equipaje a cuestas. Despues de decir el usadisimo "no thank you" perdi la paciencia y le acabe preguntando al mas pesado (eso si, con una gran sonrisa): "tu no eres muy espavilado verdad???". Me miro como si se estuviera produciendo una carrera entre su cerebro y su expresion y me contesto que no... no me habia entendido para nada. Lo siento si he sonado burro pero no teneis ni idea de lo que tenemos que aguantar a veces (de hecho todos los dias).

En fin, caminando entre palmeras llegamos a un resort que nos podiamos permitir y alli hemos
pasado tres inolvidables. La habitacion era preciosa (y teniamos tele por cable!!!!!!!) y dormimos con el sonido de las olas. Habia una piscina, un restaurante que consistia en un tejado de ojas secas de cocotero sostenidas por columnas de madera, palmeras y un jardin precioso. Y lo mas increible es que ha sido todo para nosotros porque alli no habia nadie mas (excepto una tarde que llegaron las familias vietnamitas para usar la piscina y cenar).

Era tan raro estar solos en un lugar tan perfecto. Nos hemos sentido las personas mas afortunadas del mundo y sabemos que nunca mas tendremos una oportunidad asi. Ademas como los trabajadores del hotel estaban aburridisimos se han desvivido por nosotros.

Durante el dia no haciamos mas que banyarnos, beber zumitos, comer y hablar con los pescadores (con mimica y buena voluntad) que se acercaban a conocernos.

Por la noche cuando Jeannie se dormia yo salia y le daba lecciones de ingles a Lau. Lau vigila el hotel por la noche, no se muy bien que vigila porque aqui no hay nadie, pero alli esta el hombre. C omo no habia forma de comunicarnos decidi ensenyarle algo de ingles. Nos hemos hecho amigos.

Ayer cuando sali a fumar alli estaba espandome con un inmenso termo de 'ucha' (una infusion amarga) y una sonrisa. Le ensenye los numerosusando una calculadora. Entonces llego un amigo suyo al que tambien le empece a ensenyar. Pulse el uno para empezar. Cogio la calculadora, empezo a darle vuelta y a mirarme con cara de "pero que me estas contando". Creo que era la primera que veia una. Aprendio hasta el 10 y Lau hasta el 1000. Yo aprendi a contar hasta 100 en Vietnamita y espero que no se me olvide.

A proposito, prometi no hablar de precios pero si hoy no lo cuento reviento. Tres dias con el hotel para nosotros, comiendo y bebiendo a todas horas nos ha costado 40 euros entre los dos. Lo dicho, que hemos tenido suerte. Ademas lo mejor ha sido estar solo con la gente del lugar. Todo el mundo aqui es super amable y feliz sin importar lo mucho o poco que tengan. Ojala puieramos llevarnos esa felicidad de vuelta a casa.

Hoy hemos visitado tres lugares muy bonitos. Un pueblo de pescadores, un canyon y el desierto. Hemos pasado del azul, al rojo y despues al amarillo de la arena. Pero como no tengo energias para escribir mas lo dejo para otro momento. Llevamos todo el dia arrastrando las mochilas esperando el autobus de la una de la noche. Ya solo falta una hora...

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